Para los males del cuerpo se acude a la medicina tradicional, los ilustres galenos, pinchan, cortan, quitan, abren, cercenan, agregan, cauterizan, nos inundan de pastillas, muchos diagnósticos se harán y quizás nos bombardearan con múltiples sesiones de radioterapia, de quimioterapia, atacaran lo más profundo de nuestro sistema molecular y el enfermo sentirá que el trance no ha terminado, porque ni en la inmaculada asepsia de un hospital se está a salvo, al acecho se encuentra la superbacteria que no es un superhéroe sino el villano que atacara sin misericordia. y eso que no he mencionado los costos familiares y económicos que devienen de una enfermedad.
Por ello, los amigos o los amigos de los amigos o los yerbateros, o las vecinas, en fin cualquier prójimo caritativo, nos aconsejan las hierbas para la cura de todos los males, la naturaleza es sabia, que la chía tiene mas calcio y hierro, que baja la presión que el cramberry o sea los arándanos acidifican la sangre e impiden las infecciones urinarias, que la cúrcuma hace que las células cancerosas se suiciden, que el aloe vera desinflama y también la caléndula, que el te verde te adelgaza, y que si estas nervioso la hierba de San Juan, la pasiflora y la Valeriana te sirven y etc etc porque la lista es interminable..... repaso todas estas pócimas, algunas me parecen mágicas, quizás reemplacen las medicinas modernas pero aquí estoy cavilando: ¿ cual de ellas es buena para la cura del alma? ¿ acaso la tristeza del desamor, de la separación con una buena combinación de hierbas es mas llevadera? ¿ tal vez un brebaje me ayude a superar los miedos? Los miedos a la muerte, a la separación, a los adioses... sigo buscando la formula exacta.
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