En esta semana millones de
cristianos conmemoran la pasión y la muerte de Jesucristo y surge nuevamente lo
que ha desvelado a la humanidad, determinar si Dios como entidad creadora
existe o si el hombre está en este universo abandonado a su suerte.
Desde que el ser humano comenzó a
evolucionar como tal, tenía fuera de asegurar su supervivencia, otros afanes como escudriñar
que había en esa enigmática zona en que sus sentidos no percibían, por lo que
indagaba por medio de sus sacerdotes o por los augures cual era el origen del
mundo que lo rodeaba, los fenómenos que no entendía los explicaba por un
mecanismo causal de una divinidad o más bien de muchos dioses que unas veces
castigaban a los humanos o los favorecían.
Por ejemplo en el antiguo Egipto
los dioses determinaban quien iba a ser el faraón y sobre él se ungía
el favor de las divinidades, inclusive se adoró al faraón como un dios viviente
y que decir de los reyes en la edad media que consideraban que sus riquezas,
linaje y poder venían de dios, este dios tuvo muchos nombres, varios rostros,
unas veces persiguió son saña al humano, algunas favoreció a pocos elegidos, la divinidad o las divinidades no
fueron muy democráticos ya que favorecieron con sus dones a unos pocos. Nos
preguntamos entonces ¿Dios existe?
infovaticana,com |
La ciencia en cierto momento de
nuestro acaecer histórico se desligo de la religión (como debía ser) para tratar de hallar respuestas sobre si el
origen del universo se debió a una fuerza creadora. Los iluministas precursores
de la revolución francesa quisieron encontrar la explicación en la razón y
algunos filósofos como Kant entendieron que habían temas imposibles de
demostrar por ello denominó metafísica a cuestiones tan problemáticas como Dios, el alma etc.
La Filosofía marxista ( materialismo
dialéctico) entiende que esta idea de
Dios riñe con la lógica, hace parte de una superestructura dominante que quiere
mantener sometido al proletariado, Los evolucionistas descansan la idea de
creación sobre el proceso lento de selección de las especies con mutaciones
sucesivas a lo largo de un amplio periodo de tiempo.
Stephen Hawking quien combina la
teoría de la relatividad con la mecánica cuántica, en lo que se conoce como una
verdadera teoría del todo, considera que
la idea de un dios creador no tiene cabida en el universo cientifico.
En 1953 dos eminentes
investigadores de la Universidad de Chicago; Harold Urey y Stanley Miller
crearon una mezcla con moléculas de metano, amoniaco, hidrogeno y vapor de
agua, lo introdujeron en una vasija de agua, con ello querían crear lo que se
llamaba la sopa primordial para crear en
el laboratorio las primitivas formas de vida en la tierra que se dieron hace unos 3.800 millones de años, pero solo
pudieron tener algunos aminoácidos que no explicaban como se había originado
esta chispa creadora.
Algunos científicos abordan la
existencia del universo sin desechar la idea de un supremo ordenador, {aes
decir que la complejidad de la vida no
surgió de manera natural o espontánea ni por el azar de combinaciones
moleculares, sino que se necesitó de un diseñador inteligente.
En pleno siglo XXI el hombre con
sus conquistas asombrosas, sus inventos extraordinarios, con la tecnología a su
servicio, viajando por los espacios siderales, escarbando los confines del
universo sigue esta búsqueda de un Dios que lo acompañe en esta caótica
existencia, esto explica que en todo su tránsito terrestre haya erigido diferentes
caminos para llegar a El.
En todo caso, la humanidad
durante siglos y en la actualidad se ha equivocado con la idea de dios, ya que
en nombre de él ha habido explotaciones de hombres, destrucción de
civilizaciones, fanatismos absurdos que desencadenan en persecuciones, guerras y escenarios apocalípticos que se
mantienen en este siglo, tal es el grado de barbarie de algunos hombres que no
toleran la diferencia.
Me pregunto, en este trasegar por
nuestra existencia ¿Hemos buscado en
nuestro interior? Quizás si lo hacemos podemos encontrar muchas respuestas, ya
que creer en EL, más que un asunto de la
ciencia es un tema de fe.