Desde que el ser humano pobló la tierra, esa bóveda que lo cubría le produjo gran curiosidad y temor, ese firmamento estaba tachonado de luces brillantes y una más luminosa que lo calentaba en las épocas de duro invierno, y también le producía temor cuando lanzaba enormes chispas destructoras semejantes a latigazos provenientes de la cólera de los dioses.
El hombre comenzó a pensar ( fueron los primeros filósofos) desligándose de las ideas divinas, en orden a discernir aquello que lo inquietaba, y es así que surgieron pioneros que trataron de explicar el universo, uno de los primeros fue Aristarco de Samos se cree que vivió del 310 al 230 A-C fue el primero en proponer la teoría heliocéntrica, es decir que el sol era el centro del universo. Demócrito de Abdera propuso que había pequeños cuerpos imperceptibles a los sentidos y cuantitativamente indivisibles, los que formaban la materia y los llamó átomos. Años más tarde Copérnico desarrolló la teoría heliocéntrica de Aristarco, la misma que por poco le cuesta la hoguera a Galileo Galileo.
Esta curiosidad determinó que el ser humano quisiera recorrer ese universo y es así que el 12 de abril de 1961 el comandante ruso ( anterior URSS) Yuri Gagarin fue lanzado al espacio, se dice que cuando se maravilló de dicha inmensidad comentó que no había visto a Dios por parte alguna, no se si esta expresión fue verdad o pertenece al imaginario.
En todo caso, se ha avanzado en la exploración del cosmos, el telescopio Hubble ha recorrido el vasto universo, nuestra gran galaxia la vía láctea no es la mayor en esta estirpe, se han gastado millones y millones de dólares en la conquista del espacio pero.....el ser humano aun le falta realizar ese viaje más fundamental, más decisivo y es hacia su interior y afirmo tal cosa, porque el hombre desde que ha perfeccionado los conocimientos científicos, ha avanzado en la tecnología, prácticamente todos los descubrimientos hacen mas placentera su existencia, continua en guerras fratricidas, millones de seres huyen y se vuelven parias e indeseables en las tierras ajenas, millones de niños mueren de hambre y el planeta se calienta, muere de sed y de abandono.
El ser humano debe explorar ( antes de conquistar allende los cielos y hasta mas allá de los confines del universo) y encontrar la cordura, la serenidad y la inteligencia para salvar el planeta tierra y al mismo ser humano como especie. Esto se logrará con un épico y valeroso viaje hacia su interior.
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