miércoles, 23 de marzo de 2016

CAOS EN EUROPA VS LOBOS SOLITARIOS

No es posible permanecer indiferente a lo que sucedió en Bélgica. Un nuevo atentado demencial llena de luto una nación, pero también hace temblar al planeta, surge un interrogante en mi espíritu atribulado: ¿Dios se sentirá conforme con su creación?

Lo cierto es que desde que ha surgido el humano, la violencia parece están enquistada en sus entrañas, y cualquier pretexto: religioso, económico, moral, geográfico, étnico, cualquier cosa, así sea lo más baladí, enciende esa agresividad que reside en lo más profundo de la  amígdala cerebral que gobierna algunas de las emociones más primitivas del ser humano.

Europa no ha descansado de múltiples atentados terroristas, ETA y el IRA produjeron cientos de muertes y destrucción. Cuando ya se creía que había una relativa calma al desarmarse estos grupos, nuevos enemigos se yerguen sobre el viejo continente y como los jinetes del apocalipsis siembran el terror, veamos algunos atentados, que conviene tenerlos en la memoria colectiva, como una especie de conjuro para que nunca más se repitan.



 



En el 2004 en la escuela de Beslán en Rusia se produjo una demencial masacre por terroristas chechenos, 370 muertos, entre ellos 171 inocentes niños, más de 200 desaparecidos (quizás desintegrados por las bombas que se habían sembrado en la escuela).

En marzo de 2004 España sufrió el estallido en sus trenes en Madrid y 191 almas y más de 200 heridos convocaron la solidaridad de la nación.

En julio de 2005 cuatro atentados en perfecta sincronía en los trenes  subterráneos, y autobuses de Londres produjeron más de 36 muertos y 700 heridos.

Paris sufrió recientemente dos crueles atentados; en la revista satírica Charlie Hebdo y la masacre de Bataclán y algunos restaurantes, entre los dos, sumaron unas 150 víctimas, cientos de heridos y el terror de la ciudad luz.

Escuche ayer a un politólogo a quien le preguntaron cómo se resolvían estos atentados y contestó que se resolvían hasta el otro atentado, es decir que toda una nación esta inerme, no obstante toda la seguridad que la rodee. Los analistas han descubierto una nueva estrategia más efectiva y es la llamada de los lobos solitarios, en vez de reclutar combatientes, aprovechan la inconformidad o el fanatismo de jóvenes nacidos en el mismo país y esto suena aterrador, porque el enemigo vive en la misma comunidad, por lo que la paranoia se acrecienta y a la vez pueden presentarse injusticias en el trato, ya que un color de piel diferente, una religión distinta, una nacionalidad especial los convierte en sospechosos.

Se me asemeja esto de los lobos solitarios a la leyenda del caballo de Troya donde los Griegos dejaron afuera de la ciudad fortificada un caballo de madera abandonado, convencidos los troyanos que era un botín de guerra lo introdujeron dentro de la ciudad, por la noche varios guerreros griegos salieron del interior del caballo y abrieron las puertas al ejército y esto fue la caída de Troya en las huestes enemigas.

Mientras el planeta llora, son los gobernantes quienes deben decidir que estrategias implementar para combatir el terrorismo y mientras tanto cada vecino en su entorno debe  ser el vigía de su seguridad y generar alertas cuando vean algo que signifique peligro. Fuera de ello si tienen alguna creencia religiosa implorar la protección de fuerzas que como escudo protector los blinden contra estas fuerzas oscuras que arrasan el planeta.


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