Recientemente leí la noticia de que Schumacher el mejor corredor de la formula uno y quien sufrió un accidente en esquí en el 2013 aun sigue postrado en su lecho, no con buen pronostico. Otro famoso al que visitó la fatalidad fue Paúl Walker cuyas películas nunca me vi, pero que no se puede desconocer que tuvo éxito y seguidores por la adrenalina de las carreras de autos, calcinado quedó en un accidente automovilisco y que decir de Cristhoper Reeve quien en 1995 sufrió un accidente ecuestre que lo dejo cuadraplejico, resulta paradójico pues el personaje que siempre lo destacó fue Superman el invencible hombre de acero.
Cierto es, cuando nacemos hay un reloj que marca nuestra vida, unos dirán: es el destino, el sino, la fatalidad, pero nadie se muere la víspera o porque le tocaba, todo esta inexorablemente determinado por ese reloj cósmico y eterno, la muerte es el personaje mas democrático, no hace distinciones entre juventud, belleza, poder, linaje, sapiencia, no escoge quienes son los mejores.... por ello depende de cada uno en el espacio de vida que le queda, actuar con sabiduría, aprovechar cada instante con plenitud, abrazar, besar y hacer sentir a los seres que mas ama y mientras los ame que son lo mas importantes, que son únicos, ser asertivo si es el caso, pero jamas dejar de ser compasivo, humanizar el trato con los demás, ser un diligente cuidador del planeta, proteger a los mas débiles y ser hacedor de justicia en su entorno, acostumbrarse a los desapegos como forma de trascender y en fin dejar huellas en el camino, porque solo así su recuerdo permanecerá mas allá de la memoria de los tiempos.
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