A veces el ser actual se enfrenta a dos dilemas: apagar los noticieros, no leer la prensa, no consultar en ningún medio informativo de lo que sucede en Siria, para no enterarse del desastre que hay allende las fronteras, o ser un espectador solidario de los acontecimientos que martirizan este lejano país. Escojo la segunda, porque como dijo Unamuno: " prefiero la verdad en guerra que la mentira en paz" y el caso de Siria es un tema que afecta a la humanidad entera, las cifras son aterradoras, mas de 4000 muertos en una guerra fratricida que comenzó en el 2011, se calcula mas de cuatro millones de desplazados. El pasado lunes hubo un bombardeo en un hospital de médicos sin fronteras, 25 civiles sumaron mas a la lista de fallecidos en esta insensata masacre, donde Bashar Al Assad lucha contra los grupos rebeldes, donde el Estado islámico quiere el poder, terreno de nadie en que las potencias extranjeras tienen intereses económicos. ¿ Que hacer, nos afecta esta guerra?
Después de la hecatombe de la segunda guerra mundial, las potencias sellaron compromisos para que este desastre no volviera a suceder, el hombre es a-histórico, no aprende las lecciones del pasado. Algunos diran, Siria esta lejos, no nos afecta esta situación, pero en este planeta globalizado todo lo que sucede en cualquier extremo nos llega a nosotros, ¿cuántos países del primer mundo, léase Europa, pensaron en Siria? sin embargo, allí acudieron por hordas los refugiados, hasta llegar a convertirse en una emergencia humanitaria, también se afecta la sensibilidad universal con estas escenas desgarradoras y esta miseria generalizada, este desarraigo de sus raíces de un pueblo conlleva una tragedia para toda la tierra, porque este planeta es un ser vivo que sufre, que siente, que vibra por lo que hace el ser humano, quien en su insensatez cree que sus acciones no tienen consecuencias.
No hay comentarios:
Publicar un comentario